ASESINATO POR ARRASTRAMIENTO

Una moda muy habitual entre los galgueros es la de entrenar al animal mediante vehículos a motor. Una atrocidad que tiene muchas víctimas, aunque después se deshagan de los cuerpos sin dejar rastro.

MUERTE POR ATROPELLO

Uno de los casos más frecuentes: abandono del animal, sin chip, sin escrúpulos... El resultado, más o menos dias de sufrimiento que terminan con la muerte del animal. SIN PALABRAS.

LENTA AGONÍA

El abandono, como práctica, implica dejar el animal a su suerte. Días y días de penurias pueden terminar con una muerte lenta y dolorosa. Apropello, palizas, golpes, acciones del hombre y permitidas por la ley...

PAISAJE HABITUAL DE NUESTRA ESPAÑA

Un paisaje muy habitual en nuestra España: el galgo abandonado, el galgo deambulando, el galgo muerto. Gracias a la legislación vigente, gracias a la clase dirigente, gracias a los galgueros, en España hay muerte, sufrimiento, y agonia a raudales. Gracias. Gracias...

EL FINAL DEL CAMINO

Para muchos de los que no mueren en silencio, o en la calle, lo hacen en una perrera. Un lugar especilizado en exterminar galgos. 15 días, más, o menos, necesitan para morir. Crónica de una muerte anunciada.

domingo, 31 de octubre de 2010

GALGOS VS TOROS

Ejercicio de agudeza visual. A la vista de las siguientes imagenes determine una diferencia:
Pues la diferencia está clara. Al que ha hecho lo primero lo consideran un artista y a su obra lo consideran cultura.

Fuente: www.nachocampos.wordpress.com

lunes, 18 de octubre de 2010

PERRO AHORCADO EN VILLACAÑAS (ÉL YA DESCANSA, PERO NOSOTROS NO DEBERÍAMOS HACERLO)

Una chica que recoge animales abandonados en Villacañas, recibió el aviso de un señor de allí, había un perro ahorcado a las afueras del pueblo.

Lo que encontró le encogió el corazón, un perro colgado de una cuerda atada a un poste de alta tensión.

Según la postura del animal que tenía las patas traseras apoyadas al suelo, el animal sufrió un horror antes de morir, aguanto hasta que las patas ya no podían soportar más el peso de su cuerpo. Sufrió durante horas, luchando por vivir, pero de nada le sirvió, su dueño, un individuo cruel y sin escrúpulos, quiso que su perro muriera con el mayor sufrimiento posible.

Buscaba hacerle sufrir, seguro que espero, mirando al animal agónico y sin duda satisfecho de lo que había hecho. Estos hechos prueban sin dudar alguna que estas personas que actúan de esta manera son personas que disfrutan con el sufrimiento ajeno, son psicópatas.

La Guardia Civil acudió al lugar, pero ya poco se podía hacer por el animal que mostraba en su rostro el sufrimiento horrible que padeció antes de morir. Desgraciadamente en muchos pueblos existen estos lugares, colgaderos “oficiales” done ahorcan a los perros de caza que ya no sirven, que están enfermos o demasiado viejos para seguir siendo útiles.

Estos hechos deben hacerse públicos, se debe saber que en España aun se permite ahorcar perros en los pueblos. Es evidente que es sabido por todos estas actividades, que no olvidemos son constitutivos de un delito en el Código Penal con penas de hasta un año.

Fuente: 20 minutos.es

domingo, 3 de octubre de 2010

UN NUEVO CAPÍTULO EN EL LARGO VÍA CRUCIS DEL GALGO ESPAÑOL

El galgo es un animal hermoso, espléndido: delgado, aerodinámico, ágil, rápido, resistente y constante en la caza; de carácter amable y tranquilo en la casa, que fue protegido en la Edad Media con leyes realmente severas, porque era una raza muy apreciada. En muchos casos pasó de los corrales a los salones e incluso a las estancias reales.

Pero con los años todo ese respeto, toda esa consideración, se han ido disipando. Hoy la mayoría de los galgos malviven en naves y cobertizos, asustados, mal alimentados y obligados a cumplir con sus obligaciones de cazadores y corredores bajo amenaza de ser apaleados, ahorcados, abatidos por diversión, arrastrados hasta morir o, en el mejor de los casos, abandonados a su suerte. La realidad que conocemos es que el día que un galgo se lesiona, enferma o simplemente ya no satisface a su dueño, está condenado a una muerte incomprensiblemente lenta y sádica.

No voy a entrar en consideraciones sobre la gratuita crueldad pueblerina, sobre falta de sensibilidad que generan la incultura y la ignorancia, pero sí me parece que debo escribir sobre lo triste que resulta que las propias instituciones fomenten el maltrato y la tortura. Y eso es lo que va a pasar ahora en la Comunidad Andaluza, en un capítulo más de la sinrazón a la que nos tienen acostumbrados quienes manejan el poder en las autonomías.

La Consejera de Agricultura, Clara Aguilera, y Manuel Brenes, Director General de Gobierno de la Junta, han manifestado que ven con buenos ojos el entrenamiento de galgos con vehículos de motor, algo que está demostrado que produce en los animales ceguera, fracturas en las muñecas, fracturas en los codos, quemaduras en las almohadillas, etc. En realidad hasta ahora esta práctica era perseguida por los agentes del SEPRONA y multada con 600 €.

Parece que los galgueros maltratadores tienen mucho poder en Andalucía y, cabreados por las multas, han conseguido hacer temblar a los que miran el mundo a través del cristal de las urnas.

Afortunadamente, el Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Veterinarios está en desacuerdo con esta práctica, considerándola un maltrato físico y psicológico, y ha creado una comisión para tratar de convencer a la Consejería que no permita semejante barbaridad.

Si quieres ayudar a que el maltrato de los galgos no se legalice en Andalucía envía una carta personal de protesta a alguna de estas direcciones o, mejor, a las tres:

Presidente Junta Andalucía (José Antonio Griñán):

presidente@juntadeandalucia.es

Consejera de Agricultura (Clara Aguilera García):

consejeria.cap@juntadeandalucia.es

Defensor del Pueblo Andaluz (José Chamizo de la Rubia):

defensor@defensor-and.es

Fuente: www.kalicom.wordpress.com